El próximo lunes será el comienzo del juicio por la muerte de Lucrecia Ñañez en Villa María. La chica de solo 15 años falleció en junio de 2017 y cinco médicos serán juzgados por presunto "homicidio culposo" por una supuesta mala praxis.
La joven llegó al Hospital Pasteur buscando atención por complicaciones en un embarazo de tres meses. La investigación que llevó a cabo el fiscal René Bosio determinó que hubo impericia, imprudencia o negligencia por parte de cinco profesionales de la salud de ese establecimiento.
Para el fiscal, el accionar de los médicos, todos especialistas en obstetricia y ginecología, habría tenido como consecuencia el fallecimiento de la adolescente.
En su momento, el caso llegó a tener a 11 profesionales implicados. Sin embargo, solo cinco fueron elevados a juicio tras las pruebas y pericias que investigó Bosio.
Los médicos y profesionales de la salud imputados son: Carla Malvina Beltramo, Eduardo Hugo Bufadossi, Cristian Fabián Ferres, Melisa Andrea Méndez y Natalia del Valle Godoy.
La abogada querellante, que representa a la madre y a la abuela de la joven fallecida, aclaró que la acusación es contra el grupo de médicos que atendió a Lucrecia, y no contra el hospital ubicado en Villa María.
"Nada me va a devolver a Lucrecia, pero el objetivo es que no haya más Lucrecias. Que la Justicia sea justa, como lo viene siendo hasta ahora”, dijo a un medio local María Rosa Ramos de Ñañez, abuela de Lucrecia.
El caso
Lucrecia tenía 15 años y había quedado embarazada producto de su relación con su novio. Desde un primer momento, y también debido a su corta edad, los médicos le dijeron que su embarazo era de riesgo, por lo que había dejado de asistir al colegio para poder cuidar su salud.
En la madrugada del miércoles 31 de mayo de 2017 la joven sintió fuertes dolores y fue trasladada de urgencia en una ambulancia al Hospital Pasteur acompañada por su abuela. Sin embargo, los doctores le dijeron que estaba bien y que regrese a descansar a su casa, sin recetarle remedios ni estudios. Esa noche Lucrecia había sufrido un aborto espontáneo y no lo sabía.
Su abuela decidió llevarla a la mañana siguiente a un centro médico privado, donde le realizaron una ecografía y descubrieron que había perdido el embarazo y que el feto estaba dentro de su cuerpo. Debían actuar con urgencia para evitar su muerte.
Lucrecia regresó al Pasteur, donde le realizaron estudios y se dieron cuenta de la gravedad de la situación. Le realizaron una cirugía (legrado) en su útero, pero su estado de salud ya era muy complicado.
+ MIRÁ MÁS: Tragedia del tren: imputaron al maquinista que arrolló y mató a una mujer
Según figura en la causa, el legrado no fue realizado de manera correcta y en su útero aún quedaron restos del feto. “Murió por una infección generalizada. Si la hubiesen atendido bien en un primer momento, le salvaban la vida”, dijo la abogada defensora.
“La enviaron otra vez a su casa sin darle ni siquiera antibióticos, pero estaba cada vez más grave. Volvió al hospital y le dijeron que le tenían que sacar el útero. La cirugía se hizo muy tarde”, agregó además Nícolli y contó que la adolescente entró en coma farmacológico antes de morir tras largos días de sufrimiento.