Un joven de 27 años murió baleado por un policía que intervino para que dejara de herir con un cuchillo a su propio padre. La víctima intentó agredir al agente, que dio la voz de alto pero tuvo que disparar para evitar el crimen familiar.
El episodio tuvo lugar el miércoles a la noche en una vivienda de la localidad de Gonnet, en el partido de La Plata. Tras apuñalar a su padre y agredir al policía, el atacante murió baleado. Indicaron que ya había estado dos años en prisión por agredir a la misma persona y pesaba sobre él una restricción perimetral.
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Personal policial acudió a la casa luego de un llamado al 911 que indicaba que una persona armada con un cuchillo agredía a su padre. Al llegar, encontraron al hombre de 63 años tirado en el piso con una herida cortante en el cuello.
En ese momento, uno de los efectivos trató de frenar el ataque, pero el joven de 27 se le abalanzó con el arma blanca, según señaló el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires. El policía sacó su pistola reglamentaria y le disparó. El chico recibió dos balazos y falleció en el acto.
El servicio de emergencias constató la muerte del hijo, mientras que el padre fue trasladado a un hospital con una profunda herida en el cuello. En la vivienda, la Policía entrevistó a la madre del fallecido, quien les dijo que su hijo tuvo hasta febrero pasado una restricción perimetral para acercarse al domicilio, que no había sido renovada.