En las últimas horas se viralizaron audios y fotos por WhatsApp denunciando a un hombre que se presentaba como profesor de tenis y entregaba tarjetas que tenían un “químico” que provocaba alteraciones, mareos y adormecimientos. Como si se tratara de la famosa y conocida "burundanga".
Luego se difundieron otras fotos donde se puede ver al mismo hombre siendo detenido en la galería La Merced, ubicada en Rivadavia 150, pleno centro de la ciudad de Córdoba. De acuerdo a lo que este medio pudo investigar, fue arrestado por intento de robo en un local de vestidos de fiesta.
El fiscal José Bringas (Distrito 1 Turno 6) indicó a El Doce que se encuentra demorado en la unidad judicial 1. Además, reveló que en la unidad judicial 2 existe una denuncia por el hecho que se relata a través del audio viral. Por esta razón, investigarán si se trata de la misma persona.
El mensaje de voz de WhatsApp que se viralizó
“Para que tengan cuidado”, comienza con un tono de advertencia. Es la voz de una joven que relata el dramático episodio que vivió arriba de un colectivo de transporte urbano de la ciudad de Córdoba. El hombre que se sienta a su lado se presenta como profesor de tenis, le pregunta si le gusta el deporte y si tiene interés en tomar clases.
La chica intenta ignorarlo hasta que le entrega una tarjeta con su nombre y un número de teléfono. “La agarré con los dos deditos de mi mano izquierda, medio con asco, y la metí en el bolsillo de mi maletín. Al segundo me empecé a sentir mal. Algo raro me estaba pasando”, continuó en su relato.
+ MIRÁ MÁS: El novio de la joven estrangulada y asesinada a golpes en Frontera seguirá preso hasta 2021
Aseguró que se levantó y se sentó junto a dos chicas que estaban en el asiento de adelante, les contó la situación y les pidió que no la dejaran sola. “El colectivero nunca se percató de esa situación y siempre pensó que me sentía mal”, indicó e incluso dijo que frenó el colectivo frente a una clínica, pero se negó a bajar porque tenía miedo.
Luego se bajó con las chicas en el Buen Pastor, pero el hombre también lo hizo. “Se escondió en el hall de un edificio. Una de las chicas le sacó una foto y él se fue. Le avisaron a un policía y salieron a buscarlo. Hice la denuncia, me sacaron sangre y me hicieron un análisis de orina. La tarjeta esa quedó para que la analicen”, concluyó.