El Hospital Materno Neonatal de Córdoba registró muertes sospechosas de bebés desde el 18 de marzo de 2022 y, al menos, hasta el 6 de junio del mismo año. El Ministerio de Salud de la Provincia inició una investigación interna ante un dato que los alarmó: los fallecidos eran recién nacidos sanos, con madres sanas que fueron controladas durante el embarazo y en 24 horas tuvieron evoluciones fuera de lo común que terminaron con desenlaces fatales.
El 6 de junio ocurrieron las últimas muertes pero los hechos se hicieron públicos el jueves 11 de agosto. A partir de eso, el ministro de Salud, Diego Cardozo, reconoció en Arriba Córdoba que hubo 11 muertes de bebés recién nacidos en esos meses.
Apuntó que de esa cifra, “seis nacieron con elementos que podían condicionar su evolución y terminar en la defunción”. No obstante, los otros cinco nacieron con signos normales y en 24 horas tuvieron una “evolución tórpida”.
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Desde la cartera sanitaria llevaron los casos a la Justicia para que se inicie una investigación y así conocer si hay responsabilidad humana. Cardozo exigió “que caiga todo el peso de la ley como corresponde”. El fiscal Raúl Garzón quedó a cargo de la investigación.
El Gobierno de Córdoba apartó a la directora y la subdirectora del Hospital, Liliana Asís y Claudia Ringelheim. Y suspendieron a otros nueve profesionales, entre ellos médicos y enfermeros, que prestaban servicios en el mismo hospital.
6 de junio, la noche clave
Según pudo reconstruir ElDoce.tv, esa noche dos bebés nacieron sin complicaciones y fallecieron horas después. Las sospechas comenzaron cuando el médico debía firmar el certificado de defunción.
La fiscalía a cargo de Jorgelina Gutiez fue la que inició la investigación, que se mantuvo en estricto silencio. Como la fiscal entró en licencia, el caso recayó en su colega Silvana Fernández.
ElDoce.tv pudo confirmar que fue personal policial asignado al Hospital Materno Neonatal quien hizo entrega del primer procedimiento. Acto seguido hizo lo mismo el personal médico con la segunda muerte.
“Ambos manifestaron lo mismo, que había fallecido una persona en el interior del hospital con imposibilidad de firmar el protocolo de defunción”, detalló uno de los investigadores.
Ese día María dio a luz a Pilar. En Arriba Córdoba denunció que su beba se descompensó horas después de nacer y, tras insistir varias veces, los profesionales la llevaron a terapia intensiva.
La mujer remarcó que hasta ese momento siempre estuvieron juntas y cuando se la llevaron “no tenía nada”, es decir, ninguna lesión en la piel que le llamara la atención. Sin embargo, cuando la fue a ver le encontró “una mancha, como un moretón”.
Una médica le dijo que tenía un hematoma en la espalda y que desconocían el motivo. La mamá denunció que sospecharon de ella: “Me echaban la culpa a mí, me dijeron que yo había sido la que la había golpeado, me dijeron si la llegué a quemar”. Pilar sobrevivió tras una internación de casi un mes.
Los cinco casos
Aunque la noche que despertó alarmas fue el 6 de junio, la primera muerte ocurrió el 18 de marzo. Vanesa Cáceres destacó en Noticiero Doce que su hijo “nació sano”. Pero a la hora y media del nacimiento falleció.
“Se empezó a descomponer. Me dijeron que era por una arritmia y empezó a sufrir paros cardíacos. Al tercero falleció”, relató conmocionada.
Según publicó La Voz, otra mamá, Carolina, dio a luz a un bebé a las 8 de la mañana del 23 de abril. Ese fue el segundo caso. Denunció maltratos y violencia obstétrica. Aunque no dejaron pasar a su mamá ni a su marido, la mujer pudo amamantar al niño y tenerlo en brazos.
Pero una enfermera se lo llevó porque "lo veía raro". "A las 11:15 me dijeron que el bebé había tenido un paro cardiorrespiratorio, que lo pasaba a terapia intensiva".
Sus familiares no sabían qué pasaba. Cuando su madre preguntó por ella se dieron cuenta que no habían registrado el ingreso de la paciente. La tuvieron que buscar con la Policía por las salas.
Lo más grave vino después: le avisaron que le bebé había hecho un segundo paro y no había sobrevivido. Decidieron no hacer la autopsia. Un día después fueron a retirar el acta de defunción pero no estaba. La hizo una empleada administrativa cuando debe tener la firma de un médico.
Ese medio publicó también que el 23 de mayo ocurrió la tercera muerte de la cual aún no se conocen detalles.
Finalmente el 6 de junio sucedieron las últimas. Una fue la nieta de Romina, una mujer que denunció que la bebé nació sana y que horas después sufrió descompensaciones. Personal médico llevó a la beba a terapia intensiva "con la excusa de que la iban a revisar mejor para ver qué tenía".
En Telenoche contó que se enteró del fallecimiento de la beba 24 horas después aunque en el acta de defunción figura que la muerte ocurrió a las 22.45 del 6 de junio.
Yoselín es la madre del último bebé fallecido. Le contó a La Voz que era su segunda hija y que los controles fueron normales.
A las 4 de la mañana de ese 6 de junio entró al Neonatal con 40 semanas de gestación. A las 10:44 nació la niña. "Le estaba por dar el pecho a mi beba cuando una enfermera, sin decir nada, se la lleva. No nos dio ningún motivo. La beba estaba perfecta, se la veía muy bien", aseguró.
20 minutos después una médica les informó que la beba estaba grave y que había sufrido un paro cardiorespiratorio. A las 13 el cuadro había empeorado y después vino el desenlace fatal.
La tía de la beba dijo a ese medio que pidieron explicaciones y que desvistieron a la beba pero que no percibieron "nada raro". Solo les llamó la atención la forma de la cabeza, pero les dijeron que era normal tras un parto natural.
Según explicó Yoselín, la médica que la atendió le pidió disculpas por lo ocurrido y le dijo que era un caso aislado pero haría la denuncia ante las autoridades. A la beba le realizaron la autopsia pero aún no tienen los resultados.
Esa fatídica noche que vivió Yoselín, recuerda que escuchó a otra mamá gritar: “¡No, mi bebé no!”.
Autopsias
Los informes preliminares revelaron que las muertes de los bebés que fallecieron el 6 de junio corresponden a paros cardiorrespiratorios. Ahora esperan los resultados de los análisis complementarios para conocer las causas eficientes del fallecimiento de los recién nacidos.
Hasta el momento, la fiscalía no puede afirmar si una persona inyectó potasio en exceso de manera intencional. Pero sí confirmaron que hallaron esa sustancia, aunque no revelaron las cantidades.
“El índice de potasio en niños es oscilante, es un elemento que puede eventualmente causar un paro cardiorrespiratorio”, explicó la fuente. En ese sentido, agregó: “Se puede hablar de esa teoría porque ese elemento es compatible para causar un paro”.
Lesiones
El jueves, el ministro de Salud Cardozo afirmó en diálogo con El Doce que "algunos tenían lesiones llamativas en la piel", las cuales "se constataron fotográficamente".
Explicó que "son reacciones cutáneas no acordes a la evolución de un niño sano que está cursando las primeras horas de nacido".
Cardozo remarcó que cuando comenzó la investigación interna en marzo, se analizaron medicamentos pero descartaron que hayan tenido injerencia en la salud de los recién nacidos. Por esta razón, no descartó un hecho criminal como tampoco una negligencia. Aclaró que “cada vez se hace más chico el anillo de hipótesis”.
Investigación en paralelo
El fiscal Raúl Garzón inició tiempo después una investigación por el Hospital Materno Neonatal, tras recibir “una denuncia llamativa de un ciudadano que aportó la preocupación”. Aclaró que no fueron familiares de los niños.
Garzón ordenó allanamientos en el centro de salud provincial y, según informó, los resultados apuntan a "todo el universo de profesionales que tuvieron contacto con estos casos".
“Esta investigación va cerrando el anillo hacia quienes están más próximos a las personas fallecidas”, sostuvo.
Enfermera sospechosa
Con la investigación del fiscal Garzón en marcha, se conoció que una enfermera es la principal sospechosa de las cinco muertes.
Aún resta confirmar si se trató de un error involuntario o si fueron crímenes intencionales. Esto, porque ya se descartó la hipótesis de muertes por causas naturales.
