Pasaron más de dos años de la desaparición de Delia Gerónimo Polijo, la adolescente de 14 años de la localidad de La Paz (Traslasierra), ubicada a 232 kilómetros de la ciudad de Córdoba y a 41 kilómetros de la ciudad de Villa Dolores.
Los padres, Mario Gerónimo y Modesta Polijo, están desesperados y necesitan saber qué pasó con su hija. La investigación está a cargo de la fiscal Lucrecia Zambrana, quien asumió en julio de 2019. En las últimas horas, trascendió que ordenaron un rastrillaje y habrían encontrado restos óseos en La Paz.
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De acuerdo a la información a la que pudo acceder La Voz, del operativo participó el especialista Marcos Herrero (estuvo en las búsquedas de Santiago Maldonado y Facundo Astudillo Castro) junto a sus canes y ahora expertos de Antropología Forense estudiarán lo hallado para determinar si es Delia.
Además, habrían encontrado guantes y otros elementos que estarían vinculados a Mauro Martínez (27), empleado municipal que fue apuntado como el principal sospechoso de la desaparición y se quitó la vida en diciembre de 2018.
Búsqueda y misterio
Era 18 de septiembre de 2018. El Ipem 137 de la localidad de La Paz autorizó a los alumnos, sin el consentimiento de los padres, retirarse una hora antes. Delia Gerónimo Polijo emprendió rumbo a su casa en el paraje La Guarida, ubicada a seis kilómetros de la escuela.
Siempre iba y volvía caminando. Demoraba una hora y diez minutos. Sus padres comenzaron a preocuparse cuando se hicieron las 18:30. La adolescente de 14 años nunca regresó. Desde entonces, la familia no deja de buscarla intensamente. Pasaron dos años y aún no hay detenidos.
Ese día, las cámaras de seguridad registraron su paso alrededor de las 16. Vecinos aseguraron haberla visto en la curva del hipódromo, donde encontraron gomitas del pelo, aros y pulseras que pertenecían a la joven.
Sospechas
Los primeros imputados fueron dos vecinos de la zona. Por un lado, el artesano que le había vendido la bijou un día antes de la desaparición a la joven. Por el otro, un hombre que fue señalado por un perro de investigación, utilizado para hacer un rastrillaje. El can detectó la presencia de Delia en su campo.
Ambas imputaciones quedaron desestimadas con el correr de la investigación y la causa dio un giro de 180 grados el 24 de diciembre de 2018: una mujer denunció en la comisaría que su marido la golpeó y la amenazó gritándole que la iba a matar, y que después la tiraría al “pozo de Pinocho como hice con la boliviana”.
Cuando la Justicia logró la orden de allanamiento y fue a la casa, Mauro Martínez, un empleado municipal de 27 años y vecino de la familia de Delia, se había suicidado.
La investigación
En primera instancia la causa estuvo a cargo del fiscal Raúl Caro, pero al asumir como juez en los Tribunales de Villa Dolores el expediente pasó a manos de la fiscal Lucrecia Zambrana. Está bajo secreto de sumario.