Los ocho rugbiers que están imputados por el asesinato de Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche de Villa Gesell en enero de 2020 fueron trasladados a la cárcel de Dolores. Ocurrió en la previa del juicio que iniciará el próximo lunes.
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En la mañana del domingo, Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz, Luciano, Ciro y Lucas Pertossi dejaron el penal de Melchor Romero en las afueras de La Plata y fueron derivados a la Unidad 6 de la localidad bonaerense de Dolores.
Los jóvenes tienen entre 21 y 23 años y enfrentan graves cargos por "homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas".
A primera hora del lunes, los acusados serán trasladados al Palacio de Tribunales de Dolores donde serán juzgados por el Tribunal en lo Criminal 1 de la misma ciudad.
Las audiencias se llevarán a cabo desde las 9 a lo largo de 22 días, aunque el cronograma podría modificarse a partir del número final de testigos que declaren, entre los que se cuentan más de 170. En cuanto a la representación legal de la familia del joven asesinado, estará a cargo de Fernando Burlando y Fabián Améndola.
El hecho
La madrugada del 18 de enero de 2020 estuvo teñida de sangre cuando un grupo de rugbiers golpeó hasta darle muerte a Fernando Báez Sosa, un joven de 18 años que había asistido al boliche Le Brique de Villa Gesell, acompañado por su novia y un grupo de amigos.
Después de un altercado con los rugbiers en la discoteca, Fernando fue sacado por la seguridad del lugar y se ubicó en la vereda de enfrente. Al ver al chico, la banda de violentos lo atacó salvajemente hasta dejarlo inconsciente. A pesar de que no respondía, los jóvenes lo siguieron golpeando hasta darle muerte.
Una vez consumado el ataque, los rugbiers volvieron a donde estaban alojados, aunque Thomsen y Lucas Pertossi fueron a comer a una hamburguesería, como si nada hubiera pasado. Ambos volvieron al chalet alquilado pero a las 10 la Policía allanó el lugar y detuvo a los diez que integraban el grupo.
En un principio eran diez los aprehendidos, pero Juan Pedro Guarino y Alejo Milanessi fueron liberados por falta de mérito en el brutal ataque.