El asesinato de un matrimonio en Vicente López dejó una escena terrorífica. La empleada doméstica, María Ninfa "Nina" Aquino Chamorro, los encontró muertos adentro de un auto Mercedes Benz estacionado en el garaje de su casa, con los cinturones de seguridad puestos.
María Mercedes Alonso, de 72 años, tenía un disparo a la altura de la cabeza y José Enrique Del Río, de 74, tres balazos: en la zona de la clavícula, en el intercostal derecho y en una pierna. Todo apuntaba a un robo porque habían vaciado la caja fuerte que la pareja tenía guardada en una de las habitaciones y faltaban sus joyas.
Sin embargo, los investigadores comenzaron a dudar si los responsables fueron solo ladrones que se dieron a la fuga. Las sospechas giraban en torno a la empleada, por cómo se dio el asalto y por la “actitud” que tuvo el día del crimen. El hecho ocurrió el jueves a las 7 de mañana.
"Todo estaba muy ordenado, había muchas cajas y todo listo para una mudanza. Pero los sillones de la sala estaban patas para arriba, ese detalle sí podría haber sido advertido por la empleada. Y sin embargo no le pareció raro", adivirtió un investigador a Clarín.
Y agregó: "El otro punto fundamental es que los ladrones fueron a buscar a dos lugares bien específicos: una caja fuerte y otro lugar al que solo se podría llegar con un buen conocimiento de la casa".
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Aquino primero le mandó un mensaje a la enfermera que habitualmente iba a la propiedad a atender a Del Río. "La mucama le mandó un mensaje a la enfermera, decía que tenía temor porque los patrones no se levantaban a desayunar. Pero eso lo podría haber chequeado con solo llamarlos con un grito o subir a la habitación en el primer piso, que de hecho tenía la puerta abierta", sostuvo la misma fuente.
Para ese entonces, el matrimonio ya había sido asesinado. Casi una hora después de haber llegado, la empleada llamó a la Policía. Finalmente, la mujer quedó detenida acusada de ser partícipe necesario de doble homicidio criminis causa y robo.
La empleada
Ninfa Aquino tuvo varias contradicciones en su declaración. Además, en el allanamiento que hicieron en su casa encontraron un sobre de terciopelo, que era de Alonso, donde guardaba la llave de la caja fuerte de la casa.
No solo eso, sino que tras revisar su celular encontraron fotos de la caja fuerte, se las había enviado a sus hijos. "Ellos tienen una coartada firme, se los notificó, pero no se tomó otro temperamento", aseguró el investigador.
La fuente también confirmó que ninguno de los accesos a la casa estaba violentado y que los delincuentes se llevaron el disco rígido con las imágenes de las cámaras de seguridad. La causa está a cargo del fiscal de turno Martín Gómez, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Vicente López Este.