Los investigadores del Laboratorio de Parasitología de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba están desarrollando un método que podría controlar a los alacranes.
Los enferman con un tipo especial de parásitos que al entrar al cuerpo del Tityus trivittatus, los mata. Es un gusano microscópico que vive en el suelo y se reproduce masivamente en laboratorio. Lo bautizaron con el nombre Oli porque fue descubierto en Oliva, Córdoba.
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Oli es capaz de esperar y buscar al insecto. Se meten en su cuerpo a través de sus aberturas naturales, el año, la boca y los espiráculos.
En Córdoba, las picaduras de escorpiones produjeron entre 2015 y 2016 unos 1.134 casos de envenenamientos, según el Boletín Epidemiológico de la Nación.
El equipo de investigadores es dirigido por Camilo Mattoni y Alejandra Bertolotti.