Se trata de una nueva tendencia alimentaria que está causando una revolución en Estados Unidos: el objetivo final de la dieta climariana es frenar el cambio climático, a partir del consumo de alimentos que emitan la menor cantidad de residuos y no contaminen el medio ambiente.
Tiene tres premisas: ingerir alimentos producidos localmente (se disminuye la emisión de gases que se producen por el transporte), no tirar comida y seleccionar en su mayoría aquellos ingredientes cuya producción no genere gran cantidad de gases de efecto invernadero.
Los alimentos preferidos de los climarianos son frutas, verduras y granos enteros, todos ellos sin procesar. Además, se eligen carnes frescas y no procesadas como aves y pescados.
Además de ser beneficiosa para el medio ambiente, beneficia a quienes la practican: la Organización Mundial de la Salud destacó que, con esta dieta, el cuerpo se encuentra más limpio y con menos toxinas.