Ya llegaron los calores de verano y nuestras mascotas también lo padecen. Y mucho. Si no tomamos las precauciones del caso, corren serio riesgo de sufrir un golpe de calor, y hasta pueden terminar en la muerte.
Los perros no regulan la temperatura a través de la transpiración, ya que no poseen glándulas sudoríparas en el cuerpo. Lo hacen fundamentalmente a través del jadeo.
Consultamos sobre el tema a la Prof. Médico Veterinaria María Carolina Ghersevich ( M.P 2051) quien nos dio pautas concretas para estar atentos al tema.
Algunas de las condiciones que aumentan las probabilidades de que nuestra mascota sufra un golpe de calor son:
- altas temperaturas
- humedad ambiental elevada
- espacio reducido
- mala ventilación (situación que pueden darse en un auto, patio pequeño o patio de material, balcón)
- poca cantidad de agua o escasa renovación
- ausencia de sombra
Ojo con los cachorros, los viejitos y los enfermos
También hay condiciones dadas por el tipo de mascotas, por ejemplo, animales pequeños- cachorros- o animales grandes, que son los gerontes. Aquellos que estén enfermos, el caso de los que sufren diabetes mellitus, falla cardíaca o falla renal, son más vulnerables.
Un dato curioso, es que algunas razas, como las de "nariz chata", como el bulldog inglés, el bulldog francés o el gato persa, también son más proclives sufrir las altas temperaturas.
¿Cómo reconocer si sufrieron un golpe de calor?
Algunos de los síntomas son:
- decaimiento (astenia);
- coloración azulada de las mucosas (cianosis), ya que llega poco oxígeno a la sangre;
- respiración acelerada y aumento del ritmo cardíaco;
- tambaleo
Si tu mascota tiene alguno de estos síntomas, debés llevarlo urgente al médico veterinario.
Las claves para protegerlo
Es fundamental que estén en un ambiente amplio ( acorde al tamaño de la mascota), con sombra y buena ventilación. Otro consejo es que haya abundante agua fresca y limpia a disposición del animal.
Si es un perro que hace habitualmente paseos, sacarlo por las mañanas bien temprano, o por la tarde, cuando haya bajado el sol. Nunca al mediodía. Y darle de comer en horas en donde no se den los picos de temperatura ambiental, ya que la digestión aumenta la temperatura corporal.
Nunca dejes a tu mascota adentro de un auto estacionado, y menos con las ventanas cerradas.
Si vas de viaje, llevá agua fresca, y si tu vehículo no tiene aire acondicionado, llevá cubitos de hielo para que chupe, o para frotarle la nariz.