Magdalena Espósito Valenti y Abigail Páez fueron condenadas este viernes a prisión perpetua por el crimen de Lucio Dupuy, ocurrido en noviembre de 2021 en La Pampa. Al respecto, la fiscal de la causa indicó que se trata de una “pena de por vida”.
El pasado 22 de diciembre las mujeres abandonaron la capital de la provincia, Santa Rosa, y quedaron presas a unos 500 kilómetros de distancia, en la Unidad Penitenciaria Nº 1 de San Luis.
Allí estuvieron mientras se leía la sentencia de los jueces Alejandra Ongaro, Daniel Sáez Zamora y Andrés Olié. Otra vez, tal como había sucedido en la lectura del veredicto, no presenciaron la audiencia ni la vieron por streaming.
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A pesar de que sabían que iban a tener esa pena, la madre del nene asesinado y su novia se enteraron del veredicto a través de un oficio que les hizo llegar la Oficina Judicial.
Ese documento contiene una notificación con la resolución adoptada hoy por la Justicia pampeana, lo cual forma parte del procedimiento previsto en casos como este.
Además, señalaron que en horas de la tarde los abogados se comunicarán por teléfono con el penal para hablar con sus defendidas.
La defensora oficial María Silvina Blanco, quien representa a Páez, habló con Clarín y afirmó que las condenadas "estuvieron trabajando como cualquier otro día", ya que hacen talleres de cotillón y en la panadería.
Al mismo tiempo, reveló que las demás presas que se encuentran alojadas en el Centro de Detención de la provincia de San Luis están muy enojadas por esta situación de privilegio que viven las condenadas.