“Toda crisis viene a enseñarnos algo”, así comienza el diálogo con la licenciada en psicología Beatriz Goldberg (MN 6235) quien asegura que el Coronavirus es una oportunidad para ser mejores, más solidarios e intentar no sentirnos los dueños del universo o el ombligo del mundo. Algo que quizás a los argentinos, nos cueste un poco.
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La actitud que se toma ante las adversidades definirá la forma en la que atravesemos el proceso. Esto no es solo una apreciación subjetiva, también hay pruebas científicas. “Nosotros tenemos las defensas del organismo muy ligadas a nuestros estados de ánimo, a nuestro entusiasmo y si nos bajoneamos mucho y vemos peligro mortal permanentemente, lo transmitimos a los chicos y a nuestro organismos y eso es bueno”, asegura la autora del libro "Cómo superar los miedos y ser feliz".
La clave es encontrar un equilibrio entre: un miedo razonable que nos permita actuar, humor para desdramatizar la situación y actitud positiva para saber que todo lo que estamos haciendo es para que la sociedad tenga un final feliz. Aún no sabemos en qué capítulo de qué temporada estamos viviendo. Eso tampoco lo podemos manejar. Pero lo que sí podemos hacer es ayudar, colaborar, no transgredir y aprovechar la oportunidad para reforzar los vínculos.
No son vacaciones. El concepto es fundamental. Las familias no deben planificar vacaciones o actividades que impliquen aglomeración de gente. Pero sí se puede disfrutar, jugar, escuchar música, mirar películas, series, encontrar lo lúdico en actividades diarias y sumar todas las herramientas digitales que tenemos a disposición. La clave está en hacerlo como familia.
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Datos de contexto: a nivel mundial, el coronavirus ya contagió a más de 160 mil personas en 157 países. Quejarse por una cuarentena parece menor ante la pandemia que estamos viviendo con un virus al que poco le importan las fronteras políticas. Es un problema mundial.
Por último, en este contexto donde siempre estamos al límite de tiempo, corriendo de un lado a otro para cumplir con el trabajo, las obligaciones familiares y la vida social, aprovechemos la cuarentena para comer más tranquilos, hacer sobremesa y tomarnos el tiempo que queramos para hacer cosas que nos den placer.