Todas las mañanas, los jóvenes de la Casita de San Miguel un centro de recuperación de adictos en Rafaela, Santa Fe, van a rezar a la capilla. Pero esta no fue una mañana cualquiera, sino que quedará en su recuerdo por el maravilloso milagro que se les presentó.
Los chicos no podían creer lo que estaban viendo. Frente a ellos estaba la hostia consagrada y, de repente, “presentó signos de una sustancia que, aparentemente, es sangre”, aseguraron a través de un comunicado desde el Obispado de la ciudad.
Era verdad. La Eucarística estaba sudando sangre. Al lugar se acercó el Padre Alcides Suppo junto al Obispo de la Diócesis, Luis Fernández. Luego de ver semejante imagen, decidieron trasladarlo a Roma para que sea analizado.
Ese momento quedó registrado por uno de los fieles mientras le cantaban una canción. El Sacramento aún seguía empañado y con esa mancha. “El Señor nos confirma que está entre nosotros”, aseguró una de las encargadas del lugar. Video: