La Justicia de Córdoba excluyó del hogar a un hombre que echó de la casa a su hijo, que padece diabetes tipo 1, desnutrición, insuficiencia renal, trastornos para caminar y dificultades en su visión. El joven estaba internado en el Hospital Misericordia, pero debido al riesgo que implica el contagio del coronavirus los médicos lo enviaron a su vivienda con una sonda vesical.
Los profesionales del Hospital Misericordia fueron quienes presentaron la denuncia. Al agresor se le impuso también una orden de restricción de acercamiento en un radio de 300 metros respecto a su pareja y a su hijo.
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En el caso también interviene la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) ya que hay dos menores de edad que también viven en la casa: un hijo del denunciado, de 15 años, y una nieta, de 1 año.
En el caso actuó la jueza Susana Ottogalli, del juzgado de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género de 7° Nominación. Ella fue quien dispuso de las medidas contra el hombre que obligó a su hijo a volver al hospital en un momento de extremo peligro por el COVID-19.
Además, los médicos del Hospital Misericordia también denunciaron que tanto el joven como el resto de la familia sufrían violencia constante por parte del hombre.
Debido a sus patologías, debido a las cuales posee el Certificado Único de Discapacidad, el joven no tuvo otra opción que volver al hospital cuando fue echado de su casa a pesar del "riesgo que esto implica en este momento de contingencia epidemiológica por la circulación de coronavirus”, detallaron los profesionales de la salud en su denuncia.
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Además indicaron que ya habían instrumentado diversas estrategias para superar el conflicto, pero no dieron resultado porque cada vez que el paciente era dado de alta y regresaba a su hogar era objeto de violencia por parte de su padre.
Por otra parte, lo particular de este caso es que los testimonios de los profesionales que alertaron sobre la situación fueron recabados en forma telefónica por los funcionarios judiciales y la resolución fue elaborada por la jueza Ottogalli con la modalidad de teletrabajo, respetando así el aislamiento obligatorio.