Decir "tengo coronavirus" da temor por la estigmatización social. Sin embargo, Fernando Vivas podría decir: "Sobreviví al coronavirus". Es cordobés, tiene 58 años, vive en barrio San Lorenzo y se convirtió en un verdadero gladiador del Covid-19. Hasta podríamos decir que es un caso único en la ciudad de Córdoba por todos los obstáculos que pudo sortear desde que le detectaron la enfermedad.
"Fue muy duro. Uno de los casos más preocupantes porque presentó un cuadro de gravedad extrema", expresó el profesor médico Andrés Peñaloza, director médico del Sanatorio del Salvador, en diálogo con ElDoce.tv. "Estuvo más de 50 días en terapia intensiva, sedado, con respiración mecánica, con fallas en sus riñones -fue sometido a diálisis-, hígado, corazón", reveló.
+ MIRÁ MÁS: Una cordobesa de 83 años le ganó al coronavirus: “Estoy feliz de volver a casa con mi hija”
"Tenía las peores presentaciones. Había mucho temor, pero ningún médico se dio por vencido y nadie se contagió. El paciente sobrevivó, sus órganos recuperaron sus funciones, aunque la parte respiratoria podría llevar un tiempo", agregó Peñaloza.
En medio de todos los protocolos de bioseguridad y seguimiento médico, el director del sanatorio reveló que se le aplicó la pronación, una de las pocas maniobras que se puede implementar para la reducción de la mortalidad que debe realizarse antes de las 36 horas de ingreso. Con todo el peligro que implica la práctica, era puesto boca abajo cada 16 horas.
Después de una larga lucha, el martes 26 de mayo pasó a una habitación común, ya que el test dio negativo en Covid-19. Dos meses más tarde volvió a estar en contacto con la familia. Ahora deberá iniciar la neurorehabilitación para recuperarse al 100 por ciento y pronto volverá a su casa.
La familia de Fernando Vivas
"Fueron días muy angustiantes. Sentimos la cuarentena muy en carne viva", confesó Gastón, uno de los hijos. La familia estaba separada, solo podía contenerse de manera virtual. Recibían el parte médico a través de llamados telefónicos.
Además, la pareja de Fernando y una de las hijas también se contagiaron. Pero afortunadamente no requirieron internación y se recuperaron a las pocas semanas cumpliendo con el aislamiento obligatorio.
+ MIRÁ MÁS: La cordobesa de 67 años que sobrevivió al COVID-19
"Aún es un verdadero misterio cómo se contagió mi papá porque no viajó al exterior ni estuvo en contacto con alguien sospechoso de coronavirus", aseguró Gastón.
"Después de ser negativo en el virus y esperando que despertara porque no tenía más sedantes, esperábamos que abriera los ojos y al ver que no lo hacía, nos decían que los libros médicos daban indicios de daño cerebral. Otro golpe. Se le hizo la resonancio y dio bien. A la semana abrió los ojos y se acordaba de todo", relató con mucha felicidad. Ahora, ansioso de que todo vuelva a la "normalidad".
+ VIDEO: así salió de la terapia intensiva