A poco de cumplirse un mes del crimen de Valentino Blas Correas, el adolescente de 17 años que fue asesinado por un balazo que salió del arma del policía Lucas Gómez, el fiscal José Mana resolvió ordenar nuevas detenciones y más imputaciones.
Cabe destacar que hasta el momento eran tres los policías detenidos: Lucas Gómez y Javier Alarcón, que son quienes dispararon; y la agente Wanda Esquivel, que confesó haber plantado el arma.
Ahora, Mana decidió modificar la imputación que pesaba sobre el subcomisario Sergio Alejandro González, que fue el jefe del oscuro operativo que derivó en el asesinato de Blas, y de la policía Yamila Martínez, y ordenar la detención de ambos.
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“En razón de la naturaleza del encubrimiento agravado y el modus operandi que han tenido resulta presumible que, en caso de condena, será de cumplimiento efectivo”, explicó el fiscal en un comunicado dando a entender que llegado un juicio los implicados irían a la cárcel.
Más imputaciones
Pero además, José Mana vinculó a más efectivos de la Fuerza a la causa. Resolvió imputar al comisario inspector Walter Soria, al comisario inspector Jorge Galleguillo y al subcomisario Enzo Quiroga por ser supuestos autores de los delitos de “omisión de deberes de funcionario público” y “encubrimiento agravado”.
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Estos tres jefes policiales seguirán en libertad “por el momento”, detalló el fiscal.
A los amigos de Blas les pegaron
Por otra parte, también se decidió imputar al policía Ezequiel Henot por ser acusado de “lesiones calificadas” contra los amigos de Blas Correas, ya que al menos uno (el conductor del Fiat Argo) fue golpeado en Bv. Chacabuco y Corrientes, donde terminó el operativo y comenzó la trama de los policías por intentar encubrir el crimen.
Vale destacar que días antes también habían sido imputados tres empleados del Sanatorio Aconcagua por supuesto "abandono de persona".