Daiana Moyano, de 24 años, encontró la muerte el domingo en plena tormenta cuando volvía de trabajar a su casa en barrio Ciudad Mi Esperanza. Regresaba en la línea 68 de la empresa de transporte urbano Coniferal, pero debido a la lluvia, el camino se había convertido en un verdadero chiquero. Debía bajarse en otra parada, no en la habitual, pero jamás imaginó que el destino le tendría preparado un trágico final.
El cuerpo de la joven mamá de dos niños, de 2 y 6 años, fue hallado en medio de un descampado ubicado en calle pública sin número de barrio La Floresta Sur. Según indicó un familiar, “tenía la cara destrozada y el cordón de la zapatilla en el cuello”. Por el brutal crimen, quedó detenido un hombre de 36 años. Investigan si fue víctima de abuso sexual.
Vecinos y familiares piden justicia y un servicio de transporte digno. Todos los días, las mujeres que regresan a bordo del colectivo, ruegan que no llueva porque, de lo contrario, el 68 no llega al barrio ni a Chacras de la Merced. Cuando sucede esto, no les queda opción que cruzar un monte, con los yuyos altos, como si fuesen animales.
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El colectivo recorre un camino histórico que, en días de tormenta, no tiene solución alguna porque la calle principal que lleva a Ciudad Mi Esperanza tiene una pendiente y el agua la atraviesa de manera violenta. Daiana no tenía alternativa y tomó un callejón para llegar a su casa que estaba a un kilómetro y medio. Allí, fue asesinada.