Los delegados de la Planta de Tratamientos de Líquidos Cloacales denunciaron que están arrojando al Río Suquía casi el 100 por ciento de los líquidos sin tratar. Aseguran que a ésta situación la viven desde hace 75 días.
+ MIRÁ MÁS: Estancia Jesús María: Patrimonio en riesgo
Las imágenes registradas a través de un drone, nos permite observar cómo el río cambia de color, de azul a gris, cuando se suman las aguas que salen de la planta. Los vecinos que viven del otro lado del río, a sólo 150 metros de la salida de estos líquidos, aseguran que “con este olor y éste ruido no se puede vivir”.
A simple vista, las cataratas que se forman impresionan por la cantidad y por el color. Río abajo, los vecinos sufren las consecuencias, e incluso denuncian que en las represas donde había peces, éstos murieron, por la contaminación cloacal.
+ MIRÁ MÁS: Museos Nacionales sin amigos: están viejos y frágiles
Desde la Municipalidad desmienten la versión de los empleados y aseguran que la planta hoy trabaja al 60 por ciento de su capacidad. Si bien reconocieron los problema “se trata de una planta que tiene 30 años”, dice el director de Redes Cloacales, Daniel Bardagi. Por otra parte hablan de una inversión de “más de 300 millones de pesos” para refuncionalizar la planta.