La aeronave Mitsubishi LV-MCV apareció el fin de semana tras 26 días de intensa búsqueda. Las partes estaban sumergidas en un pantano del río Paraná Guazú, en el Delta. Los peritos trabajan en una zona de muy difícil acceso.
El avión despegó el 24 de julio desde el aeropuerto de San Fernando. Se dirigía la provincia de Formosa con Matías Ronzano, Matías Aristi y Facundo Vega. Cinco minutos después del despegue se perdió contacto.
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Los restos de la avioneta están bajo el resguardo del juzgado y se espera la orden para removerlos. En lugar, también trabajan los abogados de los familiares que actúan como veedores.
El único pasajero era Matías, el hijo del dueño de la empresa agropecuaria Aibal S.A, que es la propietaria del avión. Los otros dos ocupantes, Ronzano y Vega eran el piloto y el copiloto.
El titular de la Asociación Nacional de Aviación Civil (ANAC), Juan Pedro Irigoin, atribuyó a las condiciones climáticas el éxito de la búsqueda. “Fueron clave las condiciones meteorológicas para hallar la avioneta, porque hubo bajante del río y porque la lluvia que cayó sobre el Delta hizo que los restos de la aeronave estuvieran visibles”.