Una causa por grooming, tenencia y distribución de imágenes de abuso sexual infantil generó un escándalo en Villa María, adonde desapareció un cura alcanzado por la investigación.
Luis Carlos de Souza se fue sin dejar rastros, advirtieron en la ciudad. La prensa local señaló que el sacerdote no fue más a la parroquia y abandonó la casa religiosa.
La repentina desaparición sucedió luego de los allanamientos ordenados por la fiscal de Segundo turno Juliana Companys. Uno de los procedimientos tuvo lugar en el domicilio que habitaba De Souza.
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Desde la fiscalía remarcaron ante la consultada de ElDoce.tv que el cura "por ahora no tiene orden de detención y tampoco está imputado". No obstante, admitieron que está investigado en la causa que la semana pasada derivó en la detención de un joven de 23 años.
Los investigadores sospechan que el principal sospechoso tenía en su poder archivos de abuso infantil, material que habría sido enviado a De Souza. Esperan completar los análisis de los dispositivos secuestrados para determinar cuál pudo haber sido el destino de las imágenes.
"La investigación fue originada por la denuncia de los padres de un menor", explicaron desde la fiscalía. Los procedimientos estuvieron a cargo de la Dirección de Investigación Operativa (DIO) y personal de la brigada de Investigaciones de la Departamental San Martín.
Tras el allanamiento en el domicilio del detenido, afirmaron que "se logró acreditar los extremos denunciados y secuestrar el dispositivo informático donde se encontró material de abuso sexual infantil que había sido distribuido".
Qué dijo la Iglesia
Desde el Obispado de Villa María confirmaron la investigación que involucra a De Souza y comunicaron que fue removido como párroco luego de ausentarse de la ciudad.
"Luiz Carlos de Souza está siendo investigado por una fiscalía a raíz de una causa de pornografía infantil. Dicho sacerdote abandonó la parroquia y casa religiosa sin ningún aviso ni permiso, cuando sus autoridades eclesiásticas le habían ordenado que permaneciera a disposición del Poder Judicial aunque no hubiese imputación u orden de detención", resaltó el documento.
Y agregó: "Ante estos hechos, el obispo de Villa María, inmediatamente lo removió de su oficio de párroco y los superiores de la orden religiosa lo suspendieron para todo ministerio sacerdotal". Indicaron que en su lugar nombraron a Jorge Quaglia como administrador parroquial.