Comenzó el juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa, ocurrido en la madrugada del 18 de enero de 2020 tras ser golpeado por un grupo de rugbiers a la salida de un boliche de Villa Gesell. La primera de las 22 jornadas comenzó cerca de las 10 en los Tribunales de Dolores.
En el inicio del proceso legal, la madre del estudiante de Derecho fallecido, Graciela Sosa Osorio, declaró ante los presentes. Quebrada por el contexto, la mujer se refirió a aquella noche de hace casi tres años en la que su hijo perdó la vida de una manera abrupta y violenta.
+ MIRÁ MÁS: La pareja asaltada por Carmona reveló qué les dijo sobre el taxista asesinado
"No tuvieron piedad, era un ser humano, me duele tanto lo que le hicieron, le llamaban negro. Me quedé sin nada. Cómo puede un ser humano discriminar de esa manera", fueron sus primeros dichos después de un breve repaso de su llegada al país junto a su marido, Silvino Báez.
"Quiero justicia por mi hijo. Fernando está encerrado en un ataúd y no lo voy a recuperar nunca, quiero tener un poco de paz en mi corazón. Si tienen hijos cierren los ojos y pónganse en mi lugar", prosiguió en sus dichos.
"Ese día el mundo se detuvo para mí, no soy la misma de antes, y mi hijo era un chico feliz, no tenía enemigos y siempre predispuesto a ayudar a la gente. Cuando entré en la morgue vi el cuerpo de Fer y estaba todo destrozado, su cabeza destrozada, quise abrazarlo. No puedo creerlo hasta hoy y yo lo sigo esperando", agregó, completamente conmovida.
Con respecto a los ocho rugbiers imputados, Graciela expresó: "¿Con qué derecho le arrebataron la vida? Nos dejaron huérfanos para siempre. Con mi marido somos muertos en vida".
"Éramos siempre los tres juntos, éramos inseparables, éramos una familia feliz, humilde que tratamos de inculcar los mejores valores a nuestro hijo", dijo.
El juicio
Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz, Lucas Pertossi y Luciano Pertossi, imputados por el delito de "homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas", llegaron a la sala de Tribunales de Dolores cerca de las 10, casi una hora después de lo pautado. Todos lucían barbijos.
Después del ingreso de los jóvenes al recinto, llegaron los miembros del Tribunal María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari.
A continuación, la fiscal Verónica Zamboni leyó la acusación, seguida del testimonio del abogado de la querella, Fernando Burlando, que hzo énfasis en que los rugbiers "acordaron y planearon emboscar con la intención de matar a Fernando Báez Sosa". Además, el letrado pidió la prisión perpetua para los acusados.
Por último, sentenció: "Vamos a demostrar que los acusados tendieron esa noche un verdadero cerco humano (...). El crimen fue una lisa y llana ejecución. No estuvieron dispuestos a detener su accionar hasta no ver sin vida al individuo. Cada golpe aplicado tenía un destino y un fin: matar".