El Departamento de Trata de Personas de la Policía Federal detuvo al periodista Ezequiel Guazzora, después de 67 días prófugo. El reportero está acusado de los delitos de abuso sexual con acceso carnal y corrupción de menores.
El también ex precandidato a diputado nacional por el partido Principios y Valores de Guillermo Moreno, fue detenido en la localidad bonaerense de Merlo, más precisamente en la casa de un amigo en la calle Carlos Tejedor.
Tenía un aspecto físico muy diferente al que presentaba, y lucía la cabeza rapada y un marcado aumento de peso al momento de ser detenido, de acuerdo a Infobae.
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La recompensa por alguna información que contribuyera a la captura de Guazzora era de cuatro millones de pesos y fue trascendental para dar con su paradero. Un testigo realizó un llamado para aportar información a la línea 134 y fue fundamental en la investigación de la División Trata de Personas, que incluyó una serie de rastreos telefónicos, intervenciones y geolocalizaciones.
Una vez consumado su arresto, el periodista será trasladado a una celda de la central del Departamento Trata de Personas en el barrio porteño de Villa Luro, a la espera de su indagatoria.
El caso
Una denuncia de la Red Alto al Tráfico y la Trata (RATT Argentina) ante la Procuraduría de Trata y Explotación de Persona fue el puntapié inicial en la causa en contra de Ezequiel Guazzora.
De acuerdo al documento judicial, el periodista "habría pactado un precio con la madre de una menor para que le permita acceder carnalmente a ésta contra su voluntad en su domicilio".
"A tal fin, la joven habría concurrido a su vivienda con su progenitora, donde habrían colocado alguna sustancia en su bebida que la dejó adormilada, y así perpetrado el abuso mientras la madre consumía los estupefacientes que le habría provisto el encausado”, reza el escrito.
Cabe destacar que la madre de la menor también fue procesada por la Justicia.
Los detalles de los encuentros con Guazzora fueron brindados por la misma adolescente, y sus dichos fueron respaldados por psicólogos y psiquiatras especializados.
En su versión, la chica describió con mucha precisión la casa del periodista y contó que le había regalado un buzo a ella, que luego fue incautado en la vivienda del acusado.