La madrugada del 9 de septiembre pasado Genaro Fortunato (25) murió tras ser atropellado por su pareja Julieta Silva (30) a la salida de un boliche en San Rafael, Mendoza. Mientras continúan investigando el fatal desenlace que tiene como imputada a la mujer, se conocieron nuevos detalles que podrían darle un giro importante a la causa.
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El abogado de la víctima presentó los últimos chats por WhatsApp que la pareja se envió un día antes del trágico final. Nuevamente puso en discusión el tema de la relación amorosa que mantenían: esto podría complicar seriamente a la imputada, lo que se transforma en un agravante de homicidio.
En los mensajes se profesaban amor eterno y hacían planes a futuro, como casamiento, convivencia y tener hijos. Además, dejaron entrever que se trataba de un noviazgo estable y sólido porque Fortunato ya había tenido contacto con la familia de Silva.
Según publicaron en Los Andes, se podía leer: “Me siento muy cómodo con tu entorno, con tu gente, con tu familia. Me tratan bien”, expresó el. En otro de los chats, Julieta le dice: “Quiero formar una familia con vos, para siempre”, a lo que Genaro le responde: “Yo también, quiero que seas la mamá de mis hijos, mi mujer para toda la vida”.
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Además, se conocieron las pericias lumínicas y la mecánica del accidente: la joven de 30 años conducía a 30 kilómetros por hora esa noche y la visibilidad era escasa. El perito oficial Mario Giambastiani pudo determinar que la luminosidad “se vio afectada” debido a la lluvia. Sin embargo, descartó la posibilidad de encandilamiento porque ningún auto circulaba en sentido contrario.