La máxima autoridad de la escuela, Gustavo Martínez, se acercó a las chicas y les pidió que se separaran. “Tengo amigos homosexuales y no dejo que se besen delante de mi hijo”, les dijo.
Camila y Ana le hicieron caso pero quedaron asustadas y confundidas. “No hicimos nada malo, ni siquiera un beso nos dimos, solo queríamos estar juntas de la mano”, contó una de las alumnas de 15 años de edad.
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Además, les dijo que no era sólo contra ellas sino con todas las parejas que había en el colegio.
La reacción de los compañeros no se hizo esperar, cuando se enteraraon. El centro de estudiantes armó una asamblea y discutieron el tema entre todos. Al otro día le empapelaron las paredes. “No a la homofobia”, “Todo amor es legal”, “Señor director, debería estar amando a alguien”.
La bronca de los alumnos no sólo quedó en una protesta formal. Mientras el director se tomó licencia por toda la semana, este viernes convocaron a un “Besazo” en los recreos.
El casó ya está en manos de las autoridades del Ministerio de Educación bonaerense. “Las expresiones de cariño no están prohibidas en ningún colegio. Estamos en proceso de investigación”.