Maximiliano Herrera, de 24 años, sufrió un robo a mano armada en noviembre pasado, cuando un ladrón lo sorprendió para robarle la moto y el reloj. Cuando fue a hacer la denuncia y contar qué sucedió, se sacó el casco y estaba lastimado. Pero no recordaba si le habían pegado porque estaba muy nervioso.
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Sin embargo, cuando declara en una audiencia, se encuentra cara a cara con el delincuente, y esto le habría obligado por miedo a cambiar testimonio. Por esta razón, el juez lo imputa por falso testimonio, lo detiene en la alcaidía de los tribunales y luego es enviado a Bouwer.
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El joven se convirtió dos veces en víctima. De acuerdo a lo que relató el diálogo con Telenoche, “el juez le levantó la voz y le dio cinco minutos para que refrescara la memoria”. Cuando volvió, dijo exactamente lo mismo que declaró e inmediatamente lo llevaron a un habitación y posteriormente a la cárcel.
Un fallo sin precedentes. “Te quedan muchas imágenes en la cabeza, que nunca quise verlas y no quisiera volver a vivir eso. Son cosas feas que no se las deseo a nadie. Es como otro mundo”, relató al hacer referencia a esos eternos días en Bouwer.
Dolido por cómo actuó la Justicia, pasó de ser víctima a estar preso. “Fui solo, pensando que iba a declarar y regresar a mi casa, pero no fue así”, expresó conmovido. Su abogado, aseguró que “alguien no hizo el trabajo como correspondía y consignó de más”.