Un estudio realizado por la Escuela de Medicina de la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos, afirma que descansar seis horas es como no haber dormido, ya que las personas que así lo hacen siguen agotadas, no reponen sus energías, tienen mal humor y problemas para rendir en sus actividades durante el día.
Dormir 6 horas es tan nocivo como no dormir dos días seguidos.
El estudio comprendió a 48 personas, entre 21 y 38 años, divididas en 4 grupos de sueño, a quienes se les indagó el comportamiento físico y psicológico. El trabajo que fue publicado por la Revista Sleep, demostró que los déficits cognitivos y de rendimiento de las personas que duermen sólo 6 horas se asemejan a quienes no pegan un ojo durante dos días seguidos.
Durante dos semanas, un grupo durmió las 8 horas recomendables, el segundo, durmió sólo 6 horas, el tercero, fue despertado a las 4 horas, y el último fue sometido a no dormir, pero sólo por dos días seguidos.
Resultados inquietantes
Las personas que alcanzaron un rendimiento más normal, fueron las que habían dormido 8 horas, como era de suponerse. Pero la sorpresa vino cuando se analizó el comportamiento y rendimiento de los que durmieron sólo 6 horas. Al décimo día, era igual de pobre que los que no durmieron durante dos días seguidos.
Desde el Instituto Fleni, Claudio Podestá, neurólogo y jefe de la unidad de medicina del sueño, resaltó lo fundamental de que los adultos jóvenes le den importancia a las horas de sueño: “Los adultos jóvenes no deberían subestimar las 8 horas de sueño. La privación afecta la función cognitiva, la memoria, y la motricidad fina, y puede llevar a que se cometan accidentes laborales o en el tránsito. Dormir no es una pérdida de tiempo, sino una ganancia para la salud”.