La vida de la pequeña Maite Ponce, de cinco años, terminó en un segundo, cuando sin darse cuenta, y mientras dormía, recibió un balazo en la cara, por de parte de un sicario que disparó contra su casa, al menos junto a un cómplice.
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Los que sí se dieron cuenta fueron sus papás, al ver que por de la carita de la nena acostada en un sillón corría un hilo de sangre. "La nena estaba acostada y, de la nada, se escucharon tiros. Nos tiramos todos al piso y, cuando nos dimos cuenta, a Maite le sangraba la cara. La bala le había salido por la cabeza", relató entre lágrimas Dámaris, su mamá. "La nena de un año estaba durmiendo al lado de Maite y salvó de casualidad", agregó.
Lo que también explicó la mujer es la connivencia policial con las bandas narco, que permite que hechos de esta naturaleza ocurran. Y explicó que viven amenazados de muerte "Tiraron a matar, como hacen todos los días", expresó.
Sin poder calmar su llanto, también contó cómo funciona todo: "Donde hay una esquina, un pasillo o lo que fuese que les conviene, que tenga lugar, ellos se tirotean hasta que salgas para después ocupar la casa y poner un búnker de drogas. La Policía arregla todo. Cuando se tirotean las bandas, la zona está liberada", manifestó.
Dámaris relató que los tiroteos ocurren casi todos los días y que una hora antes de la terrible balacera que terminó con la vida de su pequeña hija, se habían tiroteado a la vuelta de su casa y el día anterior, en otra esquina cercana.
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A pesar de que ella sospecha de muchas personas y de que hay cámaras de seguridad en el barrio, ubicado en la zona norte de Rosario, todavía no hay ninguna persona detenida.