Edgar Pinguchi Díaz fue condenado por asesinar al cura Luis Cortés en agosto de 2015. El crimen ocurrió en Alta Gracia y el detenido cumplía una cadena perpetua en el penal de Cruz del Eje desde 2016.
En su celda de esa cárcel fue hallado muerto el sábado a la mañana por agentes que realizaban el recuento matutino de internos. Rápidamente se instaló que fue un suicidio y con el correr de las horas, su novia Roxana Rojas reveló que Pinguchi le dejó una carta donde anticipaba que quería quitarse la vida. Diario Resumen accedió a las imágenes del texto.
En una hoja de carpeta escolar, el condenado se dirigió “a la jueza o juez responsable de mi persona”. En su mensaje reclamó, entre otras cosas, que durante los seis años que permaneció preso no le permitieron ver a su hija y que su deseo de reinsertarse en la sociedad era impedido.
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“La misma Justicia se encargó de quitarme (la vida) y devastarme por estar condenado por un delito injustamente”, expresó y siguió: “El mismo establecimiento penitenciario estuvo manejando a mi persona de una manera inhumana”.
En ese sentido, advirtió: “Debido a todo el daño físico, moral y psicológico causado a mi persona por parte de dos autoridades y la Justicia he tomado la decisión de no querer vivir más y terminar con mi vida”.
En un último pedido a “las autoridades competentes” dijo que quería que sus restos sean entregados a Roxana Rojas. “Les pido que cumplan con mi último pedido ya que mi mujer fue la única persona que cuidó y se ocupó de mí todo este tiempo, y porque fue mi mayor contención”, suplicó.
Monedero
Rojas fue quien encontró la carta después de haber visitado a Pinguchi en la cárcel. Pasó la noche en el penal y lo vio por última vez el 30 de noviembre a la mañana. “Fui la última persona que lo vio con vida”, aseguró a Diario Resumen.
Ese mismo jueves, Díaz y Rojas hablaron por teléfono una vez más. Por un problema en su celular, la mujer no tuvo más noticias de su novio hasta el sábado cuando le informaron de su muerte.
“No lo vi mal pero estaba cansado”, recordó de ese encuentro y reveló que Pinguchi le entregó algunas de sus pertenencias. “Siempre le llevaba ropa y se la lavaba, o los tuppers y encontré un monederito. Cuando lo abrí, había una carta que me había dejado en donde ya hablaba de quitarse la vida”, relató llorando.
De acuerdo a lo que contó Rojas, se iban a casar el 28 de diciembre y aseguró: “Yo fui su contención todos estos años porque él no tenía otro apoyo”. “Hoy su alma ya es libre, pero yo no voy a parar hasta que algún día pague el verdadero culpable, no quiero que su muerte sea manoseada”, concluyó.
Crimen y condena
Pinguchi, que actualmente tenía 34 años, fue condenado por homicidio calificado en noviembre de 2016 por el crimen del cura Luis Cortés, ocurrido en agosto de 2015. En ese entonces tenía 22 años.
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El asesino le robó y mató al sacerdote y luego incendió su vivienda para encubrir el hecho. Al momento de su detención usaba zapatillas con las mismas huellas que las encontradas en la cara del sacerdote. Un jurado popular con 11 miembros lo encontró culpable por unanimidad.