"Por favor, tengan cuidado chicas. No anden solas, si ven algo raro acá arriba no tengan miedo, griten. Presten atención al que tienen al lado". Con ese mensaje, casi como el que podría dar cualquier padre o madre a sus hijos, Maximiliano no dudó en pararse frente a los pasajeros que viajaban en el colectivo de ERSA.
Su destacable actitud ocurrió ante la conmoción que generó la denuncia de violación que hizo una joven de 18 años el pasado martes. "Lo que le pasó a esta chica fue lamentable. Decidí aportar mi granito de arena dando ese mensaje. Yo soy padre y además entrenador de vóley, y no me gustaría que quede como una estadística más", explicó en Noticiero Doce. Video:
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El lugar elegido para hablar frente a los usuarios que llevaba fue precisamente la zona del estadio Kempes, adonde se centra la investigación y el temor: "Decidí que la mejor forma era esa, llegando al IPEF".
Notablemente preocupado, el chofer dejó la reflexión que lo motivó a actuar como actuó: "Hablarle a mi hija es muy difícil. Es mi vida y no podría vivir con el hecho de que a ella le pase algo. El mundo es como es, yo no puedo cambiarlo, pero voy a estar siempre para darle una mano y protegerla".