El hecho ocurrido en el Instituto Antonio Próvolo, de Luján de Cuyo, sigue conmocionando a todo el país. Después de la detención de dos sacerdotes de 82 y 86 años, acusados de abusar de chicos sordomudos, se conoció que hay dos empleados y un quinto hombre demorado en la sede judicial.
A medida que van pasando los días, historias escalofriantes salen a la luz: violaciones, abusos sexuales, cambios de conducta y el temor de los chicos hipoacúsicos. Las víctimas vivieron un verdadero infierno y sus familias se arrepienten de haberlos internado.
+ Foto: Horacio Corbacho, uno de los curas detenidos.
La madre de uno de los chicos, que ahora tiene 20 años, contó que realizó una denuncia en 2008, pero nadie actuó: “A mi hijo lo obligaron a tener sexo oral con otro alumno, mientras los curas y el celador lo miraban”. Cuando tenía 11 años pudo relatar ese momento de terror a través de un dibujo.
Además detalló que “eran sacados a la noche de sus cuartos y les daban algún sedante para que no presentaran resistencia”. Su hijo comenzó a cambiar su conducta: “Estaba agresivo con nosotros porque lo dejábamos en el colegio, se hacía cortes en los brazos y las piernas, y comenzó a pensar que era gay”, relató en una entrevista con La Red Mendoza.
LA HISTORIA DE UN EXINTERNO DEL INSTITUTO
Néstor Mercau, también fue víctima de los religiosos y por eso compartió su testimonio en las redes sociales: "Me amenazaban con que si abría la boca me iban a expulsar a mí y a mi hermana", cuenta el joven en su cuenta personal de Facebook y detalla "Un sacerdote me manoseaba cada vez que me iba a descansar".
Además agrega eran encerrados en un sótano durante varias horas y junto a animales muertos.
"Era como ir al infierno y nos maltrataban", escribe Néstor, agregando que hubo más víctimas, compañeros de él.