Sergio Aquino, policía federal de la División Drogas Peligrosas de la ciudad de Buenos Aires, quedó detenido el pasado 3 de junio luego de dispararle a un limpiavidrios con su arma reglamentaria y huir a toda velocidad. El hecho ocurrió en plena avenida 9 de Julio y quedó registrado por las cámaras de seguridad.
Fue separado de su cargo, se le inició un sumario interno y no recibió apoyo jurídico de la fuerza. Además, fue acusado por tentativa de homicidio. Este lunes, el juez que atiende a la causa, Damián Kirszenbaum, ordenó el cambio de carátula: ahora será juzgado por lesiones leves y abandono de persona.
Al mismo tiempo, dictó la prisión preventiva, ya que considera que Aquino podría farse a la fuga y entorpecer la investigación. Además, le trabó un embargo millonario: deberá pagar 500 mil pesos.
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Aquino fue indagado y aseguró que el hombre en situción de calle, herido de bala, lo amenazó de muerte si no le entregaba dinero. Ante esto y, según expuso su abogado en diálogo con Infobae, quiso resguardar a su familia, por lo que le tiró un golpe de puño y le hizo un "disparo imaginario hacia abajo para amedentrarlo". Sin embargo, la bala impactó en su muslo izquierdo.
El policía federal iba en su auto junto a su mujer y su bebé de diez meses. Se dirigían al hospital más próximo porque su hijo tenía fiebre.
+ VIDEO: el momento en que el policía baleó al limpiavidrios