Luego de 16 días de obstáculos y dificultades en el ascenso, Sabrina llegó a la cima del cerro Aconcagua para homenajear a su papá a un año de su muerte por coronavirus. Marcelo Senestrari era un distinguido traumatólogo cordobés que amaba cabalgar en Los Andes junto a su hija mayor.
La mujer de 31 años alcanzó la cumbre del pico más alto del continente el pasado 6 de febrero. Los compañeros de la excursión grabaron el emotivo momento en el que colocó una placa recordatoria de su papá y esparció las cenizas “en el lugar que él quería estar”.
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Lazos
Padre e hija, conexión de amor que los vinculó siempre como familia y como profesionales de la salud: él médico traumatólogo y ella kinesióloga, compartían el noble desafío de curar a sus pacientes. Tantas horas compartidas los hizo muy compinches.
Desde que Sabrina era una niña, durante 20 años cabalgaron juntos en diferentes expediciones. Cada marzo estaban presentes en la Cabalgata Brocheriana en las Altas Cumbres cordobesas y también hicieron varias excursiones a Los Andes.
“Cabalgábamos con dos amigos suyos que son como tíos para mí. Nos llamábamos Los Castores de Los Andes. Íbamos por los hitos del cruce sanmartiniano”, contó la mujer a El Doce, en referencia a la histórica expedición libertadora del General José de San Martín.
Marcelo amaba compartir esas aventuras con su hija mayor y también con Sofía, Lucía y Bruno, los hijos a los que les inculcó el cuidado y el respeto por los caballos, compañeros fieles en las travesías por la montaña. Esas historias las llevarán bordadas en sus corazones.
El homenaje
“En las cabalgatas siempre dijo que quería estar ahí, en Los Andes. Así que decidimos llevarlo hasta el lugar que había elegido”, relató la hija del médico.
Y Sabrina eligió que el homenaje fuera en la cúspide de América. Entrenó durante seis meses, se instruyó y subió por primera vez al cerro Aconcagua de 6.962 metros de altura.
El ascenso duró 16 días y estuvo repleto de dificultades: clima hostil, complicaciones respiratorias, apunamiento, caídas y el abandono de cuatro de las diez personas que integraban la expedición.
El 6 de febrero alcanzaron la cumbre y allí la mujer colocó una placa y esparció las cenizas de su padre. “Fue una satisfacción y una liberación por cumplir con algo que él quería. Yo no hubiese ido al Aconcagua si no hubiese sido por mi papá”, dijo Sabrina emocionada.
El doctor
Marcelo Senestrari murió el 9 de febrero de 2021 a causa del coronavirus. Se desempeñaba como jefe de Traumatología del hospital Tránsito Cáceres de Allende, en la mutual de la Policía de Córdoba y en la Universidad Nacional de Córdoba.
Es uno de los 55 médicos que hasta esta fecha fallecieron en Córdoba como consecuencia del virus durante la pandemia.
Sus hijos no volvieron a cabalgar desde la muerte de su papá y vendieron la yegua que tenía debido al alto costo que significaba mantenerla.
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