La detención de Víctor Schillaci y Cristian Lanatta se dio en la arrocera Spalletti en los alrededores localidad santafesina de Cayastá, después que el encargado de la fábrica fuese tomado de rehén.
Martín Franco, había ido a revisar las instalaciones de la arrocera por pedido del dueño de la empresa, quien se encuentra de vacaciones en Brasil. Su patrón le dijo que al lugar fuese con policías.
Lourdes, esposa de Martín, dijo: "Mi marido los vio y pensó que eran de Prefectura, porque estaban con un uniforme verde. Por eso no tuvo miedo, pero después lo tomaron de rehén. Lo hicieron sentar en el piso. Como la policía no lo encontraba, empezaron a abrir las puertas y sorprendieron a los prófugos, porque no estaban con las armas en la mano. Las tenían en el piso. Ahí los capturaron".
Después de 15 días, la fuga de los tres condenados por tráfico de efedrina y el triple crimen de General Rodríguez llegó a su fin. Ahora solo queda por investigar cómo lograron escapar del penal de General Alvear el pasado 27 de diciembre.