En 2011, Octavio Romero tenía 33 años y apareció flotando en el río, a la altura de Olivos en Buenos Aires. El cadáver fue hallado seis días después de su desaparición, que ocurrió el 11 de junio de aquel año.
El cuerpo fue hallado desnudo y con muchos golpes. Pero no se trató de un crimen más.
Octavio trabajaba en la Prefectura Naval Argentina, tenía novio e iba camino a ser el primer trabajador homosexual de la Fuerza en casarse con una persona de su mismo sexo. Pudo haber sido un hecho histórico para el país, pero el hombre fue asesinado meses antes de poder concretar la boda.
Gabriel Gersbach busca Justicia.
A punto de cumplirse 10 años del hallazgo del cadáver de Romero, el crimen sigue impune y Clarín informó que el caso llegó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para ser investigado.
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Gabriel Gersbach es el ex novio de la víctima y el principal impulsor de la lucha para conseguir Justicia. Tras una década, todavía no hay detenidos y ni siquiera sospechosos.
La sospecha
Gabriel habló con Clarín y aseguró que tiene la “hipótesis de que está involucrada de más de una persona de la Prefectura”. Es decir, no tiene dudas de que se trató de un crimen de odio dentro de la misma Fuerza.
En 2010 se aprobó la ley del matrimonio igualitario en Argentina y la pareja estaba motivada para el casamiento. “Para mí, su crimen fue un mensaje. Había recibido amenazas por su condición sexual. Octavio trabajaba en el edificio Guardacostas y en el baño había pintadas despectivas”, sentenció su novio.
Además, el hombre contó que Prefectura hizo una investigación interna y varios jefes declararon, pero que la causa jamás avanzó. De hecho, contó que el fiscal y un periodista tuvieron acceso en 2015 al informe que resultó de dichas averiguaciones.
“Se llamaba Operativo Dignidad. Ahí se detallaba, con fotos y nombres, el secuestro a punta de pistola con silenciador, cómo lo alcoholizan y lo torturaban en una maniobra que se llama 'submarino seco'. Nada surgió de ello”, describió Gersbach.
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La víctima vivía en un departamento de Retiro. Gabriel se había ido a trabajar y desde ahí nadie volvió a verlo.
El cadáver fue hallado por un lanchero. La autopsia determinó que había sido arrojado al agua luego de ser asesinado: murió a causa de un severo traumatismo de cráneo provocado por un objeto contundente.