Una escuela de a ciudad de Rawson, San Juan, amaneció empapelada. Los carteles ganaron protagonismo. Pero no se trataba de ninguna publicidad.
Una madre despechada no se quedó callada por la traición y escrachó a una maestra, a quien acusó de acostarse con su marido y robárselo.
La venganza fue terrible. El mensaje contiene insultos y errores ortográficos. Claro está que no sentía vergüenza sino mucha bronca.
Para ella, la infidelidad no se perdona y les advirtió a las madres de otros alumnos que tengan cuidado con esta docente.