La ciudad de Banda del Río Salí, en Tucumán, se encuentra conmocionada por la muerte de Daiana Gabriela Juárez, una joven de 23 años que fue asesinada de un disparo en la cabeza. El principal acusado es su pareja, Brian Yoel Ignacio (22), quien, mientras avanza la investigación, formuló una coartada que llamó la atención.
En medio de una serie de pericias, el cuerpo de la víctima fue trasladado a la morgue para la operación de autopsia y los forenses descubrieron que Gabriela estaba embarazada, pero ella todavía no lo sabía cuando fue asesinada, según informaron medios tucumanos.
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Además, los otros dos hijos de la mujer, ambos menores de edad, fueron testigos del momento del crimen. El hombre fue imputado formalmente este miércoles por el fiscal del caso, Carlos Sale, por los delitos de "homicidio agravado por el vínculo y femicidio".
Pero lo más curioso fue la explicación que dio el supuesto femicida, usando como pretexto a un hijo que tienen en común, de apenas 3 años. “Yo no fui, a la criatura se le escapó el disparo”, alcanzó a decir al momento de su detención el acusado, intentando despegarse del crimen de su esposa.
Ahora, la Fiscalía dio intervención a la Defensoría de Menores, para buscar restos de pólvora en las manos de los chicos, a quienes se los interrogará además en Cámara Gesell.
Los familiares de la víctima contaron a Télam que Daiana tenía una relación enfermiza a la que se negaba a renunciar aunque permanentemente era sometida a golpizas por parte del sospechoso.
Atención
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