Tras 15 meses en prisión la Justicia reconoció a Maximiliano Iciksonas como víctima y no como victimario. Fue sobreseído en la causa que investiga las estafas de la Fundación Académica Sêshen junto con otros ocho imputados.
Así, el juez federal Miguel Hugo Vaca Narvaja individualizó a Álvaro Juan Aparicio Díaz (63), a su esposa Carolina Laura Cannes (51) y al hijo de ambos, Máximo Ángel Aparicio Cannes (22), como los líderes de la asociación ilícita Sanadores Egipcios. Los dos primeros siguen detenidos.
A principios del año pasado Iciksonas sostuvo su inocencia en exclusiva con El Doce. En ese entonces, catalogó al grupo como una “secta macabra” y denunció que Aparicio Díaz lo manipuló psicológicamente para aislarlo.
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15 meses tras las rejas
“Estar preso es algo que nunca te imaginás, menos cuando sos una persona de bien”, dijo este jueves en diálogo con Arriba Córdoba. Y dio detalles de los momentos más difíciles que le tocó pasar en el penal de Bouwer.
Relató que a diario veía a gente en peleas “prácticamente matándose” y contó que una de las cosas que más le impactó fue volver a su casa, recuperar su habitación y “despertarse sin tener a alguien en la cucheta de arriba”.
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Admitió que la reinserción no está siendo fácil pero dijo que se siente aliviado. Pudo recuperar los vínculos que perdió cuando ingresó al sumarse a los sanadores. Entre llantos, remarcó lo feliz que lo hizo volver a hablar con su madre por primera vez después de seis años.
Por último, dejó una reflexión sobre todo lo vivido. “Las personas siempre estamos buscando algo espiritual, pero todo eso está dentro de cada uno”, subrayó. Y agregó: “La familia y amigos es lo más espiritual que tenemos, la búsqueda tiene que ser interna y no darle ese poder a otros”.