Misterio y muerte en Holmberg. Fabián Cruceño, de 33 años, perdió la vida en el Hospital San Antonio de Padua tras ser recibir varios balazos en la tarde del lunes en el ingreso al Batallón de Arsenales.
De acuerdo a las primeras versiones, el incidente ocurrió en medio de una persecución cuando huía en moto tras perpetuar un robo. El joven habría intentado ingresar al predio del Ejército. Sin embargo, hasta el momento se desconocía quiénes lo seguían y los responsables de dispararle.
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Por su parte, la mujer de Cruceño, con quien tuvo dos hijos, asegura que "lo mataron como a un perro y lo dejaron desangrar". Además, descartó que haya cometido un delito: “Son todas mentiras que escapaba. A él lo corría la Policía y se asustó porque no llevaba el carnet ni los papeles de la moto. Está debiendo una condicional y pensó que lo iban a llevar preso de vuelta”.
En horas de la tarde de este martes, desde la Justicia Federal de Río Cuarto, a cargo de la investigación, informaron que las autoridades del Batallón de Arsenales explicaron que dispararon respetando lo que indica el protocolo de alerta. Primero realizaron disparos al aire y, como Fabián Cruceño hizo caso omiso, un soldado lo hirió en su pierna.