El crimen de Jonatan Romo (36) en una comisaría de La Falda provocó un estallido en Jefatura de Policía de la Provincia. Por el hecho, cinco suboficiales y un subcomisario quedaron detenidos e imputados y tres altos jefes fueron desplazados.
Mientras avanza la investigación, la familia de la víctima presentó nuevos videos a la Fiscalía de Instrucción de Cosquín, a cargo de Raúl Ramírez, y denuncia que “hay más policías implicados o encubriendo realmente lo que pasó”. Arriba Córdoba accedió a esas imágenes en exclusiva.
A las 15:03 del pasado domingo 10 de julio, se observa estacionado un auto Volkswagen Gol y a Jonatan Romo subirse del lado del acompañante. Según detalló su hermano Hernán, “la chica del auto es una amiga de toda la vida”. “Cuando la ve, se sube y le pide que lo lleve a la Iglesia, que es donde él quería ir realmente”, afirmó.
Hernán Romo sostuvo que ya en ese instante su hermano atravesaba un brote psicótico: “Se ve como que pelea con alguien, pero no se ve a nadie”.
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20 minutos más tarde, en el video aportado a la Fiscalía se observan a dos patrulleros de la Policía de Córdoba dirigirse en el mismo sentido que el vehículo en el que iba Romo.
Pero la sorpresa de la familia de la víctima es que a las 15:29 regresan las dos primeras camionetas y aparece en escena un tercer móvil policial. Mientras que en los videos de la detención que se hicieron públicos solo se ven dos patrulleros estacionados.
El hermano del hombre asesinado insistió en que los nuevos videos son claves para la investigación. También indicó que buscan corroborar el horario en el que llegó el móvil a la comisaría y el horario de muerte que arrojará la autopsia.
Además reveló que hay más videos y testigos de lo que pasó. “Vamos a deducir bien el horario de deceso y por qué siguen mintiendo los policías sobre cómo fue la muerte de él”, manifestó.
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La declaración de los detenidos
El fiscal ya les tomó indagatoria a cinco suboficiales y un subcomisario, todos detenidos. Cuatro están acusados de homicidio agravado por su condición de agentes de seguridad pública y otros dos están imputados por el delito de encubrimiento agravado.
De acuerdo a lo que trascendió, aseguraron que no le pegaron a Jonatan Romo y que desconocían los protocolos ante situaciones de riesgo cierto e inminente en salud mental.
Para Hernán Romo, los policías “siguen mintiendo”. “No existió protocolo, pero un poco de sentido común. No podían matar a alguien de la forma en que lo hicieron”, cuestionó.
“Como siempre dije, si le pegan en la vía pública imaginate cómo le pegan en la comisaría. Estamos hablando de algo tremendo”, sentenció. La familia de la víctima prometió seguir hasta las últimas consecuencias.