Argentina fue seleccionada para probar con voluntarios la vacuna desarrollada por Pfizer, uno de los laboratorios más grandes del mundo, en conjunto con BioNTech. Las pruebas comenzaron en Alemania y Estados Unidos, y desde principios de agosto comenzarán los estudios de la etapa final en nuestro país.
“El objetivo es tener una vacuna disponible hacia fines de este año, para ya poder ser utilizada por la gente que lo necesite. Es una buena noticia”, dijo el doctor argentino Alejandro Cané, jefe de Asuntos Científicos y Médicos para Norteamérica de la división de vacunas de Laboratorios Pfizer, en diálogo con el segmento Comunidad de Mujeres, de El Doce.
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El experto explicó que en los primeros días del mes de agosto miles de voluntarios serán sometidos a la vacuna. “Nuestra intención es tener los resultados de este estudio a principios de octubre”, detalló y fue optimista con que antes del cierre de 2020 las dosis ya se produzcan a gran escala.
La fase 3, en Argentina
Cané detalló que las primeras pruebas del desarrollo en humanos se realizaron en abril y mayo en Alemania y EE.UU. “Los resultados fueron positivos. La vacuna es capaz de producir anticuerpos que neutralizan el virus y no produce efectos adversos en quienes la recibieron”, destacó.
“El objetivo es tener vacuna hacia fines de este año”
Además, aclaró que ya se superó la fase 1, donde se buscaba seguridad (“que no genere efectos importantes en los sujetos que la reciben”) y la fase 2, de inmunogenicidad (se agregan anticuerpos para evaluar si puede prevenir la enfermedad). Esta fase 3, donde Argentina también será protagonista, es la “etapa final para saber si la vacuna es eficaz contra la enfermedad”.
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“Tenemos suerte de que sea en Argentina”, aseguró el especialista. En ese contexto, el doctor Hugo Pizzi indicó que el país fue seleccionado para la prueba debido al grado de transmisión que el virus tiene en estos días.
El trabajo de una década, en un año
Alejandro Cané explicó que normalmente el desarrollo de una vacuna demora entre 7 y 12 años. Además de destacar el hecho de que poder tenerla lista en menos de un año es posible gracias a los avances tecnológicos, afirmó también que “es la vacuna más necesaria en los últimos 100 años de la humanidad”, y que por eso los esfuerzos de todo el planeta están puestos en ella.
“Es la vacuna más necesaria en los últimos 100 años”
En ese sentido garantizó que, pese a la inédita velocidad de desarrollo, las vacunas que consigan salir al mercado cumplirán con todos los requisitos necesarios a nivel mundial.
Voluntarios
En esta fase 3, la final, hasta 30.000 voluntarios pueden ser sometidos a la vacuna porque el propósito es demostrar si es eficaz.
“A algunas personas se les dará la vacuna y a otras sólo placebo”, expresó Cané, ya que esa es la manera de comprobar los efectos reales.
“El objetivo es prevenir la enfermedad con la vacuna”
“El objetivo es que la enfermedad se pueda prevenir con la vacuna”, agregó también, indicando que pueden ser voluntarios incluso aquellos que tengan otras patologías de salud. La única condición es que no deben haber tenido COVID-19.
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Además añadió que a quienes sean voluntarios se le explicarán “los beneficios y los riesgos”, siempre bajo un marco legal internacional, y con la seguridad de que “nunca nadie expone a una persona a un riesgo que no esté arraigado a un beneficio superior”.
Tanto la vacuna de Pfizer y BioNTech, de la cual esperan tener “millones de dosis disponibles antes de fin de año”, como las otras que están en desarrollo, están enfocadas en personas mayores de 18 años.