Juan José Murúa (36), conocido como "el chacal de Traslasierra", volvió a ser noticia este martes y sumó un nuevo crimen en su extenso y oscuro prontuario.
El femicida de Marisol Reartes y de su pequeña hija ahora mató a cuchillazos a un preso en el Complejo Penitenciario Pampa de las Salinas, en San Luis, donde cumple una condena de prisión perpetua por tres asesinatos.
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Murúa atacó de cuatro puñaladas a otro recluso, identificado como Jonathan Aguirre, oriundo de Mendoza. Según informó el Ministerio de Seguridad de la provincia puntana, sucedió en el marco de una pelea durante este lunes a la noche.
Indicaron que la gresca fue iniciada por Murúa en el Módulo A de la cárcel La Botija cuando entró a la celda de Aguirre y lo agredió con un arma blanca. La víctima fatal estaba alojada en el penal desde marzo de 2018, tras ser capturado en Villa Mercedes, donde residía previo a su detención y debía cumplir una condena a 8 años de cárcel por “Homicidio doblemente calificado en grado de tentativa”.
El chacal de Traslasierra
Murúa fue condenado a perpetua por los asesinatos de Reartes y su hija en abril de este año. Cuando fue juzgado por este doble crimen, ya estaba cumpliendo 38 años de cárcel por otro femicidio en San Luis.
El caso ocurrido en la zona del Dique La Viña, en Traslasierra, a comienzos de 2014 tuvo como víctimas a Marisol Reartes (18) y a su hija de 2 años, Luz Moreno Oliva. Para la fiscal de Villa Dolores, Lucrecia Zambrana, Murúa las asesinó a golpes y escondió los cuerpos.
Madre e hija desaparecieron el 2 de febrero de 2014. Recién en noviembre de 2018 hallaron el cráneo de Marisol camino al dique. Los restos de la pequeña Luz nunca aparecieron.
Mientras en Traslasierra se empezó a avanzar en la hipótesis del doble crimen de Reartes y su hija, Murúa quedó en la mira por un femicidio en San Luis.
Cuando desaparecieron las cordobesas, nadie sabía que el hombre había matado en 2009 a Brenda Arias, de 19 años, en Villa del Carmen, un pueblo sanluiseño ubicado en el límite con Córdoba.
Aquel primer caso comenzó a esclarecerse en 2017 y en noviembre de 2018 la Justicia de San Luis lo condenó a 38 años de prisión.
Por fuera de estos tres femicidios, el prontuario del chacal de Traslasierra es extenso. A partir de 2003, el nacido en Los Hornillos había recibido diversas condenas y prisiones por violencia de género, abusos sexuales y robos.