La gente no sale del estupor que les provocó el asesinato de un jefe de familia ejemplar. Adrían Brunori deja una esposa embarazada y un hijo de un año.
Un grupo de menores delincuentes con frondosos antecedentes policiales lo mató en la noche del martes en su vivienda de Alto Alberdi y los sueños de una familia muy querida en el barrio se destruyeron en segundos.
El impacto del crimen los movilizó de inmediato, porque saben que la vida vale poco para estos delincuentes y ante esta amenaza ya nadie duerme tranquilo.
El Gobernador José Manuel De La Sota, ocupado en la campaña presidencial de Segio Massa, hoy no pudo evitar hacerse eco de esta tragedia y se puso en sintonía con el reclamo de la gente.
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