La cacería lleva miles de años arraigada en la historia del hombre. En un origen consistía en sustentar a su especie y no implicaba mayores misterios.
Aunque la necesidad de cazar para vivir dejó de existir, la actividad sigue tan vigente como en el hombre primitivo.
Los nuevos tiempos, la nueva "realidad registrada" hace que escrachemos con fotos a cazadores de animales exóticos.
Sin embargo, en esas mismas redes sociales se practica la más cruel de las cacerías, la de atrapar a los más inocentes de nuestra propia especie (niños, adolescentes, mujeres).
Compartimos el micro Geo y Naturaleza Humana, conducido por Natalia Barraud.