La inseguridad amenaza cada día a los cordobeses y, lamentablemente, no deja de provocar muertes. La última y más resonante fue la de Walter Leyva, el guardia de seguridad de 40 años y papá de tres niños que cruzó por el lugar adonde ladrones estaban robando y terminó asesinado.
Su novia, Carolina Roldán, iba en la moto junto a la víctima y dejó un relato estremecedor. Según afirmó, al hombre le dispararon a quemarropa y por la espalda por ser testigo fortuito del asalto.
"Yo iba en la moto. Estábamos pasando de casualidad por el lugar, siempre tomábamos otra ruta. Estábamos con planes de edificar y había una casa que a él le gustaba, quería pasar de noche porque había visto que la casa tenía iluminación. Vivimos a cinco cuadras", dijo en diálogo con el programa Pura Verdad de Radio Pulxo 95.1.
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Luego continuó: "Ellos estaban asaltando a un delivery cuando nosotros aparecemos. Fue como que éramos los testigos de lo que estaban haciendo".
Disparo fatal
Carolina detalló cómo fue el momento exacto del disparo que recibió su novio y negó que el hombre haya querido enfrentar a los delincuentes.
Además, reveló que ella misma se salvó por centímetros del balazo, ya que estaba agachada intentando no caerse de la moto: "Iba manejando él. En ningún momento trató de frenar, cuando se le avalanzaron los embistió y aceleró. En ese momento yo casi me caigo, por eso me agacho, y la tercera persona es la que le dispara a quemarropa por la espalda".
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"Yo casi me caigo, por eso me agacho, y la tercera persona es la que le dispara a quemarropa por la espalda", recordó la novia del hombre asesinado.
"El proyectil entró por el parietal derecho, por detrás. Caímos a cinco metros, no más de eso. En la caída pierdo el conocimiento y quedamos los dos sin movimiento, sin nada. Mi cuerpo no me respondía pero seguía escuchando, me quería mover y no podía. Escuché que uno se acercó a nosotros pero al ver que no nos movíamos, le agarró miedo y se volvió".
Por último, describió la dolorosa despedida que tuvo con su pareja, con quien cumplieron su tercer aniversario hace solo tres días: "Más que yo hablarle a él... él no pudo decir ni una palabra".