A días del anuncio del Consejo Federal de Educación que asegura ningún alumno del país repetirá de año y que la promoción se definirá en el 2021, los ministros provinciales tuvieron que salir a aclarar que es necesario el compromiso de los chicos y las familias para seguir aprendiendo durante lo que queda del 2020.
El especialista en educación, Gustavo Iaies, explica que “la idea es que no hay pasaje de grado este año a fin de año y que tienen que cursar los dos años juntos el año que viene”, y agrega: “Es un mensaje bravo para los pibes que están trabajando, acá hay chicos que están por Zoom, por Meet, por WhatsApp están haciendo un año y es un mensaje complejo para ellos porque la pregunta es y entonces para qué están haciendo el esfuerzo si esto lo pueden hacer el año que viene”.
Iaies repite el mismo concepto hasta el cansancio: los alumnos deben volver a la escuela de la manera más rápida posible porque según su visión “en serio están perdiendo un año y para muchos chicos perder un año es quedar afuera de la escolaridad porque no van a volver”.
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El diagnóstico que hace de la situación de muchos alumnos es la misma de muchos especialistas de distintos ámbitos: “Tenemos una camada de chicos que están muy deprimidos, muy tristes en las casa y yo tengo la sensación de que nosotros no estamos mostrando ningún mensaje de que estamos apurados por que puedan volver a la escuela”.
Las clases virtuales desdibujaron el vínculo entre los grupos de alumnos, con los docentes y con las normas de socialización que sólo pueden aprenderse en la escuela.
Ese es el vínculo que debe recuperarse de alguna manera, aunque sea progresiva. Durante la entrevista Iaies cuenta una anécdota que explica la nostalgia de muchos chicos que extrañan la escuela: “Los alumnos le pedían a una profesora si no tenía la grabación del timbre porque querían volver a acordarse cómo era el timbre cuando entraban y cuando salían”
Las desigualdades es otra materia pendiente, la escuela también desapareció como elemento igualador: “Con los chicos más pobres necesitamos trabajar mucho más y tengo la sensación de que estamos esperando, vemos el año que viene cómo lo resolvemos, es una solución administrativa pero requiere otras cosas en el medio”, reflexiona Iaies.
La situación más crítica
Desde el comienzo de la pandemia las autoridades analizan opciones para el regreso de las clases presenciales y la prioridad está puesta en los últimos grados o años de cada ciclo que necesitan una preparación mayor. Gustavo Iaies coincide con ese diagnóstico: “Es el momento de la vida donde vos resolvés qué vas a estudiar, de qué vas a trabajar, resolver temas de pareja, es un momento de decisiones fundamentales en la vida y la verdad es que los chicos están metidos en una habitación”.
Los adultos, la escuela, el instituto, los clubes de barrio, son muchas las instituciones que sostienen a los jóvenes. Ninguna o pocas funcionan desde la instalación de la cuarentena.
Una situación similar es la de los primeros grados o años. En sólo dos semanas de clase, los alumnos no pudieron aprender las reglas y modalidades de un sistema totalmente diferente al que vivieron hasta el año pasado.
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Ante la pregunta sobre si es posible dictar dos años en uno, la respuesta de Iaies es categórica: “No, se puede mejorar un poco pero evidentemente si hay dos años es porque hay dos años, en algún momento el ministerio deberá decir cuál es el recorte curricular”.
En el cierre de la charla, Iaies reflexiona sobre las posibles consecuencias de administrar mal la crisis educativa provocada por la pandemia: el peligro de tener “una generación perdida, una generación que se quedó afuera de cualquier proyecto, que estuvo un año en su casa sin saber qué hacer y que la sociedad no le dio un lugar, no le dio un espacio para cubrirse contra los problemas y contra las situaciones que se fueron dando”.
+ VIDEO Mirá la entrevista completa a Gustavo Iaies: