Desde el inicio de la pandemia, la práctica habitual para detectar al nuevo coronavirus dentro del organismo siempre fue el PCR, un análisis nasal y bucal, el cual se aplicó en todo el mundo y aún sigue vigente.
Luego aparecieron los test de saliva, y ahora un método novedoso que se empezó a realizar en China y que causó polémica desde hace algunas semanas. Se trata del hisopado anal, que ya se hace en Buenos Aires a modo investigativo en el Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (CEMIC).
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Marcela Echavarría, bioquímica especialista en virología e investigadora independiente de Conicet habló con Clarín y contó detalles del procedimiento que se practica Argentina. "La toma de muestra de materia fecal e hisopado anal es menos homogénea que el resto y además, implica la presencia de inhibidores que casualmente pueden interferir en la PCR", expresó.
Y añadió al respecto: "La materia fecal puede llegar a ser positiva por un tiempo más prolongado que una muestra de hisopado nasofaríngeo". El estudio ya fue hecho en una cifra que ronda los 30 pacientes internados y se estima implementarlo en 150.
Cómo se hace el test anal
Las pruebas se realizan insertando el hisopo en el ano, a unos tres o cinco centímetros de profundidad, y rotándolo suavemente. Al sacarlo, se introduce en el tubo de muestreo, que contiene una solución de conservación de virus, y se envía a laboratorio para determinar la presencia del SARS-COV-2 en el tacto rectal.