Mendoza no sale de la conmoción y no pueden entender semejante vejación a una niña de tan sólo 10 años que fue violada y quedó embarazada.
Esta semana le manifestó a su mamá que le dolía mucho la panza: los médicos del hospital pediátrico Humberto Notti se llevaron una gran sorpresa cuando la revisaron.
La víctima llevaba un embarazo de aproximadamente 32 semanas. Su mamá quedó desconcertada ante la noticia porque su hija jamás le había dado indicios de que fue abusada. Inmediatamente, las autoridades del Ministerio Público intervinieron y tomaron cartas en el asunto.
Tras las declaraciones de la nena, la fiscal Cecilia Bignert, ordenó detener al tío, de 23 años, quien vivía en la misma casa. Fue imputado por abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y por la convivencia. Según trascendió, la chica fue abusada en reiteradas oportunidades.
Ahora la Justicia debate la posibilidad de practicar un aborto debido al estado avanzado del bebé. De acuerdo al Código Penal argentino y al fallo de la Corte Suprema de la Nación del 2012, no es punible proceder a la interrupción de un embarazo ante una violación.