Mayra Bueno, de 25 años, Mónica Outeda, de 51, y Lautaro Vega, un pequeño de apenas seis años, fueron brutalmente asesinados en una nueva masacre en Mendoza. El triple crimen fue concretado en la madrugada del martes por la pareja de la joven.
El presunto homicida, llamado José Patricio Molina (39), no fue detenido y se montó un intenso operativo para encontrarlo. Para destruir las pruebas, intentó prender fuego la vivienda ubicada en barrio Escorihuela con los cadáveres adentro.
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Momentos más tarde se quitó la vida ahorcándose en la casa de su hermana. Lo trasladaron de urgencia al Hospital Central adonde se constató la muerte.
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"Al nene lo ahogó, a Mónica le partió la cabeza con un machete y tenía golpes en todo el cuerpo, y a Mayra, su pareja, la mató a golpes", relató un familiar de las víctimas a Diario Uno.
Vecinos agregaron que las mujeres y el niño, hijo de Mayra Bueno, vivían hacía pocos meses en la casa de calle Barcelona. La mujer y el acusado tenían una relación de cinco meses. "Eran gente muy buena, a la que conocimos en el centro de jubilados al que solían acudir. Tenían un negocios de artículos de limpieza", describieron.
Perfil violento
La consuegra de Mónica habló con Radio Nihuil y apuntó contra Molina: "Este hombre apareció hace unos meses atrás en la familia como pareja de Mayra. Es una persona muy pedante, de poca personalidad, mal, nos apartamos toda la familia de él, tiene una personalidad horrible".
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Además, reveló una discusión que tuvo lugar antes del horror. "Hace tres días hubo un problema con Mayra y la madre intervino en querer correrlo. Se ve que hubo violencia, pero hasta lo que yo sabía ayer fueron juntos al supermercado y a la noche nos dieron la noticia", dijo.