El cordobés Gabriel Rabinovich es probablemente el científico argentino más destacado de la última década. Acaba de ser galardonado con el premio Konex de Brillante, máxima distinción nacional que un investigador puede recibir.
Sus aportes en el desarrollo experimental de terapias contra el cáncer, la esclerosis múltiple y las enfermedades autoinmunes le valieron el respeto de toda la comunidad internacional.
+ MIRÁ MÁS: Científicos argentinos dieron un paso clave para la vacuna contra el cáncer
Durante su paso por Córdoba, visitó la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) para presentar Galtec, su empresa orientada a avanzar con el diseño de terapias contra enfermedades terminales.
"Es volver a casa. Es la sensación de volver al hogar después de 30 años. Fue muy emocionante el homenaje", aseguró en diálogo con Telenoche durante un encuentro con periodistas y estudiantes.
Del freezer de su casa al reconocimiento mundial
A través de los años, Rabinovich pudo demostrar que la proteína Galectina-1 juega un papel importante en el escape tumoral para evadir la respuesta inmunológica. En palabras simples, dicha proteína puede ser la base del desarrollo de un fármaco que frene el avance de tumores y las respuestas autoinmunes.
El puntapié inicial de semejante hallazgo se dio casi por casualidad: "Cuando estaba haciendo mi tesis doctoral, trabajaba sobre un proyecto que no daba resultado hasta que una noche recordé los anticuerpos que había guardado en el freezer de la casa de mis padres. Me salvaron la vida porque gracias a eso descubrí la proteína -Galectina-1- que me acompañó toda la vida”, reveló. Más argentino no se consigue.
+ VIDEO: la entrevista con el destacado científico cordobés:
La investigación avanzó e incluyó numerosos viajes en colectivo a Buenos Aires para mostrar el descubrimiento. "Todo esto fue posible gracias a muchísima gente que ayudó. No se si pasa lo mismo en otros países", se preguntó.
"Nosotros no sabemos en qué momento va a salir el fármaco. El paciente que está con cáncer o con alguna enfermedad autoinmune no puede esperar esto. Una de las cosas más difíciles que me ha tocado vivir es manejar las expectativas", confesó.
El mensaje para los investigadores jóvenes
"Creo que hay que tener sueños bien altos, nunca hay que achicarse con los sueños. Pero se hacen realidad sólo si se le dan oportunidades”, advirtió.
Desde su experiencia, Rabinovich aseguró que el Estado es quien debe apoyar los proyectos tempranos de investigación, para que después tomen impulso con el sector privado.
Durante la exposición frente a los estudiantes hace apología de la sinergia entre el sector público y el privado para la ciencia. Una mirada despojada de prejuicios y que resulta interesante para pensar la Argentina que viene.