Ya era el mediodía. Dos amigos terminaron de entrenar en el playón deportivo de una plaza de barrio Parque Capital, ubicada en la esquina de Vieytes y Mirador. Se sentaron a descansar en uno de los bancos cuando escucharon pasos a sus espaldas. Eran delincuentes armados, que les exigían los celulares.
“Nos paramos porque no entendíamos”, expresó a Arriba Córdoba una de las víctimas que fue baleada. Y recordó que en ese momento, el ladrón “sacó el arma, la cargó y les apuntó a la altura del pecho”. Hubo poco intercambio de palabras: “Él solo quería el celular”.
El joven herido contó que “no sabían que hacer” y ante la desesperación salieron corriendo. “Hice tres metros y ahí sentí el disparo. Al no me di cuenta y después no podía pisar bien”, relató. Solo a su amigo le robaron el teléfono: “Escuchó el disparo y le tiró el celular en la cara”.
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La herida no fue de gravedad, pero estima que por un mes no podrá caminar y debe hacer reposo. Ya en su casa, recuperándose de la lesión, reflexionó sobre el violento robo: “Siempre camino tranquilo, nunca pienso que me van a robar porque no se puede vivir con miedo”.
“Ahora me tocó y salió mal, pero voy a seguir saliendo. Cuidándome y con la cabeza diferente. Aprendí que no hay que ponerse loco, dar las cosas y chau porque fue un tiro por un celular y no vale nada”.
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